jueves, 21 de marzo de 2013

Hoy toca.

Hoy es un día "cursi", pero es lo que toca.

Quiero...
Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos. Que me rompa las medias con la boca y luego me compre otras. Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Que se pierda a mi lado para después rescatarme de laberintos sin sentido. Que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.

Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude. Que no me haga sufrir porque sí, pero que no me venda por amor eterno manoseado.
Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano. Que no me compre con regalos, pero que tenga mil detalles de papel. Que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez. Que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio.

Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo los días de resaca. Que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por las mañanas. Que no se acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata. Y, sobre todo, que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.



miércoles, 20 de marzo de 2013

Joder.

¡Joder! Pero que impotencia. Esa sensación de no saber qué hacer, de no saber cómo sentirse. ¡Hay que joderse! ¿Es necesario sentir esto para darse cuenta de las cosas? ¿Es necesario llegar a estos extremos para saber hacia donde avanzar? Joder. Joder. Joder. Joder con la maldita palabrita. Pero en estos momentos es en lo único que puedo centrarme.

Joder con joder.

jueves, 14 de marzo de 2013

Volar, volar...

"No sé...me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! - y en eso soy irreductible - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo"

Oliverio Girondo


lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué quieres?

A veces hay que gritar, en estado puro, aunque la voz no se produzca con el movimiento del aire al pasar a través de las cuerdas vocales, aunque sea con actos, con silencios o con palabras como intento hacer yo...

Pero hay veces que todo lo que hacemos es en vano, ¿Qué quieres? dime, contéstame, actúa, cállate, ¿qué quieres? ¿Qué quieres? Me repito cuando digo que cada persona es un pequeño universo, cada uno tiene su manera de comportarse y, como no, su manera de interpretar los actos, las palabras o los silencios  ¿Qué pasa cuándo dos personas no se entienden? ¿Cuándo son tan diferentes que no pueden comprender un mismo idioma? ¿Qué pasa? ¿Qué quieres?

Esa sensación de estar luchando contra un muro inquebrantable, de estar remando contracorriente, de dar las cosas por hechas, por sabidas, por alcanzadas cuando el camino ha de ser constante, ha de ser sin pausas, debes ganártelo diariamente, debes merecerlo, ¿sabes lo que significa? La palabra merecer lleva implícita la palabra esfuerzo, la palabra lucha, el ser digno de una recompensa... y, entonces me pregunto: ¿Ya has recorrido todo tú camino? ¿Ya te has conformado? Otra vez esa estúpida palabra: conformismo. Y así estamos señores, conformándonos en TODOS los aspectos de la vida, triste pero real.

¿Qué quieres?

Defiende lo que crees, lucha por aquello que defiendes, grita por aquello que luchas. No te conformes.

¿Qué quieres?

Quién no lo sabe, nunca tendrá lo que se merece...




Aquí donde me ves, yo también me canso de los que se conforman.



domingo, 3 de marzo de 2013

Quizá.

Te amé tal y como eras, y jamás quería que fueras de otra manera, te amé sin comprenderlo todo de ti, convencida de que el tiempo me daría la manera de hacerlo; quizá en medio de todo ese amor olvidara a veces preguntarte si me amabas hasta el punto de abrazar todo lo que nos separa. Quizá.