domingo, 11 de diciembre de 2016

¿Dónde dejamos la empatía?

Estar feliz. Pasar momentos increíbles. Relajarte. Disfrutar de las pequeñas cosas. Tener tiempo para ti y, como no, para él. No mirar el reloj porque sabes que las horas pasan volando. Cosquillas en la espalda. Pero llega alguien a quien no le gusta. Tristeza. Desconcierto. Cuando de verdad haces lo que quieres y sonríes alguien no lo entiende. Frustración.

domingo, 2 de octubre de 2016

Mentalmente, emocionalmente y físicamente KO.

No intentaré volar.

A veces me dan ganas de saltar. De saltar sin desplegar las alas.
Pum. Y todo negro.

.....................................................................................asistolia.

sábado, 1 de octubre de 2016

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Y bueno, yo sé lo que te pasa. Lo sé porque yo soy igual que tú. Necesitas endorfinas corriendo por tus venas, necesitas ver cómo tus músculos se van definiendo otra vez, como te duelen después del trabajo bien hecho. Lo necesitas. Lo sé. 

viernes, 30 de septiembre de 2016

Con luz propia.

¿Ves la luz al final del túnel Saurio?
Aunque las fuerzas caigan.
Aunque el cansancio apriete.
¿Ves la luz al fondo? Allí estoy yo. Esperándote como siempre. Como cada día.
Para darte mis fuerzas. Para recordarte que aunque las fuerzas caigan y el cansancio apriete, tu, brillas con luz propia.


"Que tu brillo pueda más que tus sombras"


sábado, 24 de septiembre de 2016

Alzando el vuelo.

Sé libre. Deja ir personas, objetos, lugares, situaciones que no te permiten tener libertad.
Las personas que te quieren te dejan volar sin cadenas; los objetos prescindibles apártalos en una caja y que no roben tu tiempo; los lugares que te atan y te enjaulan, déjalos lejos; las situaciones que te dejan sin aliento, que te dejan sin palabras, aléjalas de la mente, enfréntate a ellas y no vuelvas a ellas.
Y es que, aquí donde nos ves, no vemos los hilos que hacen que nos movamos como marionetas, pero están ahí, no vemos las jaulas en las que nos encerramos, pero están ahí, no vemos las situaciones que nos anulan, pero están ahí.


"Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas"

Echemos a volar.

sábado, 20 de agosto de 2016

joder! Vive

Dicen que la vida hay que vivirla, que es efímera, que disfrutemos de cada pequeño detalle y cada pequeño momento. Nos lo dicen siempre y decimos que: sí, sí, sí... pero no comprendes el significado verdadero de esas palabras hasta que no lo ves con tus propios ojos.
Mira qué fea estoy, mira que mala cara tengo, mira mi culo, mira mis piernas, las miro ¿y? caminas, ves, respiras y oyes. ¿qué problema hay?
El problema viene cuando ves corazones que dejan de latir, cuando ves vidas que se van. Ese es un problema. Y no el si no te has maquillado o te queda mal ese pantalón vaquero.
Hay cosas más importantes. Joder! hay que valorarlas.


jueves, 14 de julio de 2016

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La escaladora de las manos de trapo. Y así le gustaba mirar la vida, como una de sus montañas, como una de sus metas. Ver los salientes de roca, ir recorriéndolos con la mirada y ver a cuál poder aferrarse y, lo más importante, a cual no... para no caerse, para que sus manos de trapo tuvieran un piso firme donde agarrarse. Magnesio en sus agrietadas manos, magnesio en sus mejillas que le hacían parecer una geisha, pies de gato, como sus ojos... esos ojos que brillaban y ella podía no decir nada, no abrir la boca, pero ellos decirlo todo. Pequeña escaladora de las manos de trapo. Una mano arriba, un empujón más, una pierna arriba, un empujón más. Tú puedes se repetía, los límites están en tu mente y no en tu cuerpo o en ti. Tú puedes.  Una mano arriba, un empujón más, una pierna arriba, un empujón más. Y a veces caen pequeñas rocas que te golpean en la cara, a veces das pasos en falso, a veces pones la mano en una grieta y te cortas, a veces el magnesio no hace su función y se resbala tu mano por la dura y rugosa roca...pero al final no importa cuanto tiempo emplees, cuanto sudor, cuantas caídas, cuantos resbalones o cuantos cortes lleves. Al final lo importante es llegar a la cima. Al final lo importante fue no rendirte. Al final lo importante fue no mirar hacia atrás sino seguir hacia delante en busca de la ansiada meta. Al final... sólo llegan arriba los que de verdad tuvieron el valor para decir: voy hacia lo alto.



miércoles, 6 de julio de 2016

Me gustaría decirte...


QUERIDA CHICA  DEL BAÑADOR VERDE:

Soy la mujer que está en la toalla de al lado. La que ha venido con un niño y una niña.

Primero que nada, decirte que estoy pasado un rato muy agradable junto a ti y a tu grupo de amigos, en este trocito de tiempo en el que nuestros espacios se rozan y vuestras risas, vuestra conversación "trascendental" y la música de vuestro equipo me invaden el aire.

¿Sabes? He alucinado un poco al darme cuenta en que no sé en qué momento de mi vida he pasado de estar ahí a estar aquí: de ser la choca a ser "la señora de al lado", de ser la que va con los amigos a ser la que va con los niños.

Pero no te escribo por nada de eso. Te escribo porque me gustaría decirte que me he fijado en ti. Te he visto, y no he podido evitar verte.

Te he visto ser la última en quitarte la ropa.

Te he visto ponerte detrás de todo el grupo, disimuladamente, y quitarte la camiseta cuando creías que nadie te miraba. Pero yo te ví. No te miraba, pero te vi.

Te he visto sentarte en la toalla en una cuidada postura, tapando tu vientre con los brazos.

Te he visto meterte el pelo tras la oreja agachando la cabeza para alcanzarla, quizá por no mover los brazos de su estudiadísima posición casual.

Te he visto ponerte en pie para ir a bañarte y tragar saliva nerviosa por tener que esperar así, de pie, expuesta a tu amiga y usar una vez más tus brazos como pareo para taparte: tus estrías, tu flacidez, tu celulitis.

Te vi agobiada por no poder taparlo toso a la vez mientras te ibas alejando del grupo tan disimuladamente como antes lo hiciste para quitarte la camiseta.

No sé si tenía algo que ver, en tu descontento contigo misma, que la amiga a quien tú esperabas se soltaba su larguísima melena sobre una espalda a la que sólo le faltaban unas alas de Victoria´s Secret. Y mientras tanto tú ahí, mirando al suelo. Buscanso un escondite en ti misma, de ti misma.

Y me gustaría poder decirte tantas cosas, querida chica del bañador verde...
puede que porque yo, antes de ser la mujer que viene con los niños, he estado ahí, en tu toalla.

Me gustaría poder decirte que, en realidad, he estado en tu toalla y en la de tu amiga. He sido tú y he sido ella. Y ahora no soy ninguna de las dos -o acaso soy ambas aún- así que, si pudiera dar marcha atrás, elegiría simplemente disfrutar en lugar de preocuparme -o vanagloriarme- por cosas como en cuál de las dos toallas, la suya o la tuya, prefiero estar.

Quisiera poder decirte que he visto que llevas un libro en tu bolsa, y que cualquier vientre que ahora tenga tus dieciséis años perderá, probablemente, su tersura mucho antes que tú pierdas la cabeza.

Me gustaría poder decirte que tienes una preciosa sonrisa, y que es una pena que estés tan ocupada en ocultarte que no te de tiempo para sonreír más.

Me gustaría poder decirte que ese cuerpo del que pareces avergonzarte es bello sólo por ser joven, ¡Qué coño! Es bello sólo por estar vivo. Por ser envoltorio y transporte de quien en realidad eres y poder acompañarte en cuanto haces.

Me encantaría decirte que ojalá te vieras con los ojos de una mujer de treinta y pico porque quizás entonces te darías cuenta de lo mucho que mereces ser querida, incluso por ti misma.

Me gustaría poder decirte que la persona que algún día te quiera de verdad no amará a la persona que eres a pesar de tu cuerpo, sino que adorará tu cuerpo: cada curva, cada hoyito, cada línea, cada lunar. Adorará el mapa, único y precioso, que dibuja tu cuerpo y, si no lo hace, si no te ama así, entonces no merece que le ames.

Me gustaría poder decirte que -créeme, créeme, créeme- eres perfecta como eres: sublime en tu imperfección.

Pero, ¿qué te voy a decir yo si sólo soy la mujer de al lado?

Aunque, ¿sabes qué? Que he venido con mi hija. Es la del bañador rosa, la que juega en el río y se está untando en arena. Hoy sólo le ha preocupado si el agua estaría muy fría.

A ti no te puedo decir nada, querida chica del bañador verde...

Pero todo, TODO, se lo voy a decir a ella.

Y todo, TODO, se lo diré a mi hijo también.

Porque así es como todos merecemos ser queridos.

Y así es como todos deberíamos querer.




Te quiero Saurio.

lunes, 27 de junio de 2016

Supongo que...

"Supongo que la distancia es lo que tiene..." se susurró Alice a sí misma. Esa sensación de sentirse en ocasiones aislada, de sentirse fuera de sitio o de no saber muy bien dónde está el suyo. ¿Voy? ¿No voy? ¿La gente se olvidará de mi? Sabía que a veces pecaba de ser demasiado despistada, en cuanto a relaciones se trataba, pero no por ello dejaba de sentir. Al contrario...
"Pero la vida es lo que tiene..." se susurró Alice de nuevo.
¿Hasta dónde se iban a olvidar? ¿cuánto tiempo tardaba la gente en convertirte en un recuerdo?
Alice cerró los ojos. "Es lo que tiene..."


lunes, 20 de junio de 2016

UCI.

"Érase una vez unas princesas
que no necesitaron cojones
porque sus ovarios fueron más
fuertes".


No vais a vencerme, rendirme es la última opción.



jueves, 16 de junio de 2016

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"Cuando tengas momentos difíciles recuerda que los diamantes se forman bajo presión"

martes, 14 de junio de 2016

Inesperados inexplicables.

Todos pensamos que nuestra vida va a ser la mejor y nos sentimos timados cuando nuestras expectativas no se cumplen. Pero hay veces que esas expectativas son engañosas. A veces lo esperado simplemente es mil veces inferior a lo inesperado. Y te hace pensar en por qué nos aferramos a las expectativas. Será porque lo esperado es lo que nos mantiene estables, de pie, quietos. Pero lo esperado es sólo el comienzo, lo inesperado es lo que realmente nos cambia la vida para siempre.




jueves, 9 de junio de 2016

Prométeme.

"Sólo te pido Alice: acéptate.
Sabes de sobra que el valor de las personas no se mide meramente por su aspecto físico sino por muchas otras cosas. Entran en juego la personalidad, los valores, las sonrisas e infinidad de pequeños detalles escurridizos que solo los más avispados saben ver. Y quien no los vea, eso que se pierde. Pero de verdad pequeña Alice, deja de machacarte, deja de autocastigarte con inseguridades que no te van a llevar más que a llevarte malos ratos, a marear tu ya ajetreada cabeza, ¿no crees que los que te queremos no estamos orgullosos de ti? ¿que nos duele y nos entristece que sólo te valores por la cifra que marca una báscula? El valor de una persona no lo marca un número. Tú no eres un 73, 68, o 61. Tú eres algo mucho más valioso, más de lo que puedes llegar a creer; pero estoy seguro que el día que te des cuenta de ello una nueva Alice saldrá a flote. Sólo te hace falta tiempo y constancia, y yo tengo todo el tiempo del mundo. Así que mírame a los ojos, coge aire y hazme una promesa. Prométeme que te quitarás la venda de los ojos, y con ella te harás un lazo en el pelo, así estarás más guapa y podrás ver lo que de verdad eres. Yo estoy aquí para verlo contigo.
Sólo te pido eso Alice, acéptate.
Sólo."


miércoles, 1 de junio de 2016

Lo que sea.


Dar la vuelta al mundo o a la manzana. Tomar las riendas de la vida o del caballo. Empezar la casa por el tejado o por los planos. Entrar con buen pie o a la pata coja. Tirarnos a la piscina o a la bartola. Dormirnos en los laureles o en el sofá. Comernos el mundo o unas fajitas. Dejarnos la piel o la luz encendida. Solucionar problemas o un simple crucigrama. Lo que sea, donde sea y cuando sea, pero de ser, que sea contigo.




lunes, 30 de mayo de 2016

¿Nos abrazamos?

Detente a pensar un minuto en todo lo que tienes ahora, las cosas que has logrado, las adversidades que has superado. Piensa que, a pesar de todas las cosas malas que te han pasado, sigues en pie, como un árbol fuerte que ni el viento más poderoso puede tirar.

Acepta el cambio y aprende a adaptarte, porque el mundo gira rápidamente y no sabemos qué nos deparará mañana. Si hoy tienes que llorar, pues llora, y deja que las lágrimas laven tu pena; se equivocan los que piensan que llorar siempre es un signo de debilidad. Te puede fortalecer. 

Cuando tengas un día difícil, recuerda respirar profundo y pensar: "esto no es más fuerte que yo; puedo y debo superarlo, como ya he superado muchas otras adversidades".

Es natural tener miedo; de alguna forma es señal de que estamos vivos. El error está en dejar que el miedo nos derrumbe, nos abata y nos deje paralizados. Si tienes miedo, enfréntate a él, actúa, no permitas que se apodere de ti, conquístalo, sabes que puedes porque lo has hecho antes.

Ten valor, y recuerda que más allá de tu miedo está la esperanza de un mañana mejor. Solo debes atravesar el camino que te lleva del temor a la felicidad. No olvides: siempre habrá algo o alguien esperándote con los brazos abiertos por ti al otro lado de tu miedo. 




viernes, 20 de mayo de 2016

Enreda los miedos.

Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, "que no se meta entre tus manos" -me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. 
Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte (y esto era Burgos) pegue con fuerza.

                                      

lunes, 16 de mayo de 2016

No vale rendirse.

"Al final importa una mierda si las cosas no salen como queremos. Porque vale más tener cicatriz por valiente que la piel intacta por cobarde".


Lucharemos con una sonrisa hasta el final.

domingo, 15 de mayo de 2016

El tren de la felicidad.

Dicen que las cosas extraordinarias siempre se esconden en los lugares donde la gente nunca se le ocurriría mirar, pues bien, en ocasiones las mentes curiosas sí que se esfuerzan en mirar un poco más hondo y en empeñarse en encontrarlas. Y es que solo las almas que no se conforman, que no se quedan con la superficialidad de las cosas sino que buscan más allá son las que se llevan esos pedacitos extraordinarios, esos momentos irrepetibles, esas personas irremplazables.


Alice y Saurio iban montados en aquel tren, mochilas debajo de las piernas a modo de reposapies ¡Qué sensación más gratificante! Habían dejado los relojes en casa, ahora no era momento de mirar la hora. Era momento de viajar, de dejarse llevar, de sentir. De fundirse con el traqueteo de aquel tren, y es que a veces, no se necesita nada más. Dos mochilas. Dos personas. Dos ilusiones. Un viaje. Un sueño. Una sonrisa. Y tu.


Trac. Trac. Trac. Trac.






miércoles, 16 de marzo de 2016

Quizá...

Nunca se sabe el tiempo que puede llegar a pasar hasta que un sueño se hace realidad. Y si además ese sueño lo has imaginado un millón de veces y cuando se cumple se convierte en mil veces mejor...


Quizá.
Quizá.
Quizá.