lunes, 31 de octubre de 2011

El principio.

Conseguir que la personalidad te atraiga más que el simple físico, salir un domingo por la calle con unos vaqueros y una sudadera, que tu estatura no afecte a tu desarrollo personal, ir a la playa y preferir estar cinco horas en el agua que no doscientas vuelta y vuelta en la toalla. Que tu prioridad no sea ser rubia o llevar un sujetador que te haga tener dos tallas más. No llevar ni una gota de maquillaje y no sentirte insegura por ello. Mujeres en vía de extinción porque la sociedad ha querido marcar unos cánones de belleza incorrectos.
Una mujer hermosa no es la más guapa, ni la más delgada, ni la que tiene el cutis más perfecto o el pelo más llamativo, es aquella que con tan sólo una sonrisa y un buen consejo puede alegrarte el día. Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más sobresalientes académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás. Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su físico, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO. 
Y un hombre,  un hombre exquisito es aquel que valora a una mujer así, que se siente orgulloso de tenerla como compañera, que sabe entenderla y conoce sus miedos. Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles.
El regalo no se valora únicamente por su envoltorio, hay que saber mirar más allá.


Siendo sincera, no esperaba escribir nada así, pero empiezo a estar cansada de las valoraciones puramente estéticas, para empezar a valorarse hay que reconocer la materia prima, lo que hay, nada de envoltorios de colorines.


viernes, 28 de octubre de 2011

Me gusta...

...la buena música, pegar patadas al balón un jueves por la tarde, las fotografías en blanco y negro, los libros que la gente suele olvidar y las puestas de sol. Me gusta dormir mucho, las cosquillas, perderme las conversaciones de los demás, el mar en invierno y tú. ¿Qué más necesitas saber?



domingo, 23 de octubre de 2011

Tren de las 20:20.

La poca inocencia que le quedaba se había marchado en el tren de las 20:20. Por mucho que no paraba de darle vueltas a las cosas, sabía que nada volvería a ser igual, que la ilusa niña que sostenía aquel helado de limón ya no volvería a jugar con muñecas. La etapa que comenzaba ahora era diferente, cambiaba la inocencia por la desconfianza, ya no iba a mostrarse tal como era, debía construir un pequeño muro a su alrededor como autodefensa, para que aquello que minutos antes le habían robado no le hiciera más daño jamás. El tiempo lo curaría todo, pero aquel resquicio de niñez que todavía le quedaba ya no volvería, lo veía irse con la partida del tren, cada vagón se llevaba a su paso un pedacito de aquello de lo que ella no se quería desprender, y, sin embargo, no podía hacer nada para evitar que se la llevara por aquella vía.

Minutos después cuando ya no atisbaba a ver el tren comprendió que tarde o temprano la inocencia la tendría que perder, pero nunca pensó que ésa iba a ser la manera, que ésa iba a ser su despedida, que se iría para nunca volver. Unas lágrimas cayeron por su rosada mejilla, un frío le recorrió la mano, el helado de limón se había derretido mientras ella decía adiós. Levantó la cabeza y pensó: quien de verdad te quiere, no te deja marchar. El orgullo no gana al corazón.

viernes, 21 de octubre de 2011

Carretera de por medio.

Sentadas en aquella pequeña mesa compartiendo palabras después de un día duro, cansado. No era lo que se dice pronto pero de sus bocas fluían y fluían frases, mezcladas con sentimientos, emociones, una pizca de sabiduría y muchas, muchas ganas de que salieran de aquellas dos figuras femeninas. Dos vasos de leche caliente entre las manos, el mejor remedio para calentar las ideas que se han quedado frías después de la llegada del nada esperado otoño. Demasiadas cosas habían pasado en un lapso muy corto de tiempo, necesitaban meditarlas, hablarlas, serenarlas, apaciguarlas. Cuatro ojos ven más que dos le solía decir, estaba en lo cierto.
Las agujas del reloj no perdonan y la alarma del despertador tampoco, se hacía tarde y mañana volvería a ser un día duro, cansado.

Al día siguiente se levantó y encontró una nota encima de aquella pequeña mesa, sólo una frase contenía el folio pero resumía en gran parte la conversación del día anterior, un punto de vista cegado plasmado en un papel: "recuerda: tú vales más que 130 km". Y volvía a estar en lo cierto.

martes, 18 de octubre de 2011

viernes, 14 de octubre de 2011

¿Seguirás siendo un niño?

Madurez. ¿Qué es eso se pregunta aquel niño? Aquello con lo que tú juegas.
Alcanzamos la madurez cuando empezamos a pensar un poco en los demás y dejamos apartado nuestro mundo.  Algunos tienen la cualidad de alcanzarla antes y otros tardan años y más años y quizás nunca la encuentren, ya sea porque nadie les ha enseñado o, simplemente, porque no la quieren buscar. Eludir las responsabilidades achacándolo a la inmadurez de aquellos que ya deberían haber crecido es un hecho sin justificación. Todo el mundo a lo largo de su vida pasa por situaciones que le hacen aprender, pero muy pocos tienen ganas de superar el examen. La comodidad de ser el "eterno niño" proporciona todo lo necesario para no preocuparse por el desarrollo personal. La madurez tiene un precio que muy pocos están dispuestos a pagar.


"SI NO ERES DUEÑO DE TI MISMO, TE CONVIERTES EN ESCLAVO DE LOS DEMÁS".

lunes, 10 de octubre de 2011

Verticalidad.



Lo mejor es levantarse y tener a alguien al lado que te diga "Buenos días, ¿Qué tal has dormido hoy? No has parado de dar vueltas." Lo mejor es ir por la calle, que te miren, te sonrían, y se te ponga cara de tonta. Lo mejor es recibir un mensaje que te alegre el día. Lo mejor es que te llamen tus amigos para salir hoy por la noche, y comeros la ciudad a trocitos. Lo mejor es tener a esos alguien(es) que hagan que todo merezca la pena. Las verdades a la cara aunque duelan, y mandar a tomar por culo las mentiras, con mentiroso incluido. Lo mejor es dejarse llevar. Lo que hagamos en un momento determinado pondrá a cada persona en su lugar, a cada nube en su cielo, a cada "rey" en su trono, a cada perdedor en su banquillo y a cada payaso en su circo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Aprender a caer antes que a caminar.

Lo que te diré tan sólo te servirá si te lo tomas como norte en tu vida, si lo mezclas con otras filosofías o principios no conseguirás nada.
Son sólo dos conceptos. Por un lado, recuerda algo tan sencillo como que querer es siempre más valioso que que te quieran. Querer mueve y detiene mundos. Que te quieran si tu no quieres, te acaba aletargando.
Lo segundo y más valioso para llevar tu vida adelante es que debes darte cuenta de que nos hemos pasado la vida desde pequeños respondiendo a la pergunta "qué me gusta".
Y ese "qué me gusta" marca nuestro mundo. Da la sensación de que si nos gusta algo es un indicador de un rumbo o deseo, y debes saber que no.
Lo que nos gusta no es nuestro camino, ni tampoco lo que no nos gusta. A veces el rumbo puede estar en lo que nos provoca indiferencia, en aquello que no nos apasiona ni aborrecemos.
Entiende esto... Has de confiar en ti, no en lo que crees que te gusta a ti... La senda no la marca lo que te gusta a ti, si no que la marcas tú.




sábado, 1 de octubre de 2011

Intentemoslo.

Cuando crezcas, descubrirás que defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.


-Paulo Coelho-