jueves, 30 de diciembre de 2010

Que bajen tus labios y me callen.



Un corazón normal late alrededor de 65 veces por minuto. Frecuencia que puede llegar a aumentar considerablemente con una simple vuelta de espalda.
Todo el mundo “sabe” la prepotencia de este mundo, el egoísmo gratuito, el narcisismo sin sentido. Día tras día va en aumento el cretinismo de la sociedad. Día tras día desearías vivir en ese cuento de hadas idílico. En esa utopía. Pero miramos tras el cristal y nos damos cuenta de que nada es como queremos, de que todo puede cambiar, de que siempre tienes el maldito beneficio de la duda.
Puñetero juguete sin sentido.
Muñeca de trapo.

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