lunes, 30 de septiembre de 2013

D.

Sentada en el desgastado sofá. Cigarro en mano. Llevaba 3 años de intensos viajes, por fin llegó a su hogar y ya no sabía cómo debía sentirse en él. Estaba extraña, no se acordaba de lo que era la palabra "soledad", el comenzar un camino a tientas de lo que encontrará, sin ir de la mano de nadie. Una vez dijo "los caminos recorridos por uno mismo, muchas veces, son los mejores", recordaba aquellas palabras, tocaba la hora de volverlas a poner en práctica. Decorar el viejo salón, la pequeña habitación con muebles blancos ¡siempre le habían gustado los muebles blancos!, ahora las decisiones las tomaba ella. Unas pocas plantas aquí, una alfombra allá, y una lámpara de noche para las lecturas nocturnas en la mesita de la otra esquina.

Pequeños detalles en aquella casa desordenada, todo volvería a su orden poco a poco, reorganización, pintura, cubrir desperfectos. Desperfectos creados tras estos 3 años de abandono. Desperfectos que una capa de pintura no iba a poder disimular. Desperfectos que iban a tardar tiempo en volver a repararse...


miércoles, 17 de julio de 2013

¿Buscamos nuevos amaneceres?

Volvemos a las andadas. A la escritura como vía de escape. Sé que seguramente esto lo lean dos personas contadas. Pero queda reflejado, de vez en cuando, vuelvo la vista atrás y reviso las entradas, las leo, las releo y sé exactamente cómo me sentía aquel día o por qué la escribí.


Alice llegó a casa con los gritos ahogados en su garganta. Respiraba entrecortadamente, aquellos hechos le quitaban la respiración. No entendía el por qué de muchas cosas, muchos sentimientos entremezclados los últimos días, actitudes que escapaban a su lógica. Por qué se preguntaba, por qué...
En aquellos momentos la pequeña Alice sentía que debía empezar a pensar un poco más en ella, en lo que necesitaba, en lo que le daban, lo que quería, lo que le hacía feliz. Lo había intentado infinidad de veces, algunas de ellas consiguió dar varios pasos, pero siempre retrocedía al principio. Esta vez no podía volver atrás, debía mantenerse firme, pensar en ella, en que no quería volver a ver resbalar las lágrimas por su rostro...

"Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Corrección: "sí sabías lo que tenías, pero nunca pensaste que lo perderías".



lunes, 15 de julio de 2013

¿Y si no está?

Las relaciones personales no son fáciles, hoy lo hablaba con Sonsoles, enfermera del centro sanitario Sandoval, en Madrid. Es un centro especializado en infecciones de transmisión sexual. Allí ves muchas cosas, y de una de ellas ha surgido la frase de: "las relaciones hay que cuidarlas día a día". ¿De qué sirve que un día te den todo y al día siguiente te lo quiten? Día a día, ya he dicho antes que no es FÁCIL, pero si se quiere, se hace.
Una cuerda, dos extremos, Si uno tira más que otro al final uno pierde, uno se cansa, la cuerda se rompe. Cuidado con ello.
Día a día.
Esfuerzo tras esfuerzo.
Tirón tras tirón.


Creo que a mi cuerda le queda un pequeño hilo que la mantiene unida. No se cuánto tiempo aguantará. Quizá un día o día a día, rompa.


Dureza humana.

Hoy es un día de esos en los que llegas a casa y piensas: ¿de qué me quejo? ¿de qué narices me quejo? He elegido una profesión en la que se viven momentos duros, difíciles, dolorosos. Hoy ha sido uno de esos momentos, en los que ves cómo una familia se rompe, un accidente de tráfico, varios miembros de la misma implicados. Acaba tu turno, las diez de la noche, vuelta a casa. Tu vuelves, ¿y ellos? 

Es entonces cuando tu cabeza se pone a mil por hora, rabia, impotencia, frustración, muchos sentimientos juntos. Te das cuenta de que diariamente nos compadecemos de nosotros mismos, nos quejamos constantemente, lloramos por tonterías sin percatarnos de que lo más importante no es valorado. Hay que ser un poquito más humilde, dar más importancia a los pequeños detalles, saber ver a quién tenemos y no el qué tenemos.

Hoy es uno de esos días en los que hay que aprender a ser fuerte, a valorar, a reír más y llorar menos. Dicen que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.




jueves, 21 de marzo de 2013

Hoy toca.

Hoy es un día "cursi", pero es lo que toca.

Quiero...
Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos. Que me rompa las medias con la boca y luego me compre otras. Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Que se pierda a mi lado para después rescatarme de laberintos sin sentido. Que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.

Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude. Que no me haga sufrir porque sí, pero que no me venda por amor eterno manoseado.
Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano. Que no me compre con regalos, pero que tenga mil detalles de papel. Que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez. Que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio.

Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo los días de resaca. Que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por las mañanas. Que no se acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata. Y, sobre todo, que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.



miércoles, 20 de marzo de 2013

Joder.

¡Joder! Pero que impotencia. Esa sensación de no saber qué hacer, de no saber cómo sentirse. ¡Hay que joderse! ¿Es necesario sentir esto para darse cuenta de las cosas? ¿Es necesario llegar a estos extremos para saber hacia donde avanzar? Joder. Joder. Joder. Joder con la maldita palabrita. Pero en estos momentos es en lo único que puedo centrarme.

Joder con joder.

jueves, 14 de marzo de 2013

Volar, volar...

"No sé...me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! - y en eso soy irreductible - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo"

Oliverio Girondo


lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué quieres?

A veces hay que gritar, en estado puro, aunque la voz no se produzca con el movimiento del aire al pasar a través de las cuerdas vocales, aunque sea con actos, con silencios o con palabras como intento hacer yo...

Pero hay veces que todo lo que hacemos es en vano, ¿Qué quieres? dime, contéstame, actúa, cállate, ¿qué quieres? ¿Qué quieres? Me repito cuando digo que cada persona es un pequeño universo, cada uno tiene su manera de comportarse y, como no, su manera de interpretar los actos, las palabras o los silencios  ¿Qué pasa cuándo dos personas no se entienden? ¿Cuándo son tan diferentes que no pueden comprender un mismo idioma? ¿Qué pasa? ¿Qué quieres?

Esa sensación de estar luchando contra un muro inquebrantable, de estar remando contracorriente, de dar las cosas por hechas, por sabidas, por alcanzadas cuando el camino ha de ser constante, ha de ser sin pausas, debes ganártelo diariamente, debes merecerlo, ¿sabes lo que significa? La palabra merecer lleva implícita la palabra esfuerzo, la palabra lucha, el ser digno de una recompensa... y, entonces me pregunto: ¿Ya has recorrido todo tú camino? ¿Ya te has conformado? Otra vez esa estúpida palabra: conformismo. Y así estamos señores, conformándonos en TODOS los aspectos de la vida, triste pero real.

¿Qué quieres?

Defiende lo que crees, lucha por aquello que defiendes, grita por aquello que luchas. No te conformes.

¿Qué quieres?

Quién no lo sabe, nunca tendrá lo que se merece...




Aquí donde me ves, yo también me canso de los que se conforman.



domingo, 3 de marzo de 2013

Quizá.

Te amé tal y como eras, y jamás quería que fueras de otra manera, te amé sin comprenderlo todo de ti, convencida de que el tiempo me daría la manera de hacerlo; quizá en medio de todo ese amor olvidara a veces preguntarte si me amabas hasta el punto de abrazar todo lo que nos separa. Quizá.


domingo, 17 de febrero de 2013

Mezcla de agua dulce y salada.

Día de lluvia, de caminar por la calle a las once de la noche con la música a todo volumen y las lágrimas fundiéndose con las gotas de agua. Lágrimas de frustración por la situación en la que ella se encontraba. Un futuro incierto, una personalidad que no llegaba a ser lo fuerte que ella deseaba...
En el fondo lo sabía, se conocía suficientemente bien como para saber que no podía cambiar, ahora no, no lo haría por él ni por nadie, tenía que seguir avanzando por la pedregosa senda en busca de un futuro mejor, de algo por lo que luchar, de algo que le demostrara lo que valía, lo que era...
Agua dulce proveniente del cielo mezclada con agua salada proveniente de sus ojos de gato.



Esfuérzate por ser el mejor, pero nunca pienses que eres el mejor. Si ese día llega, será el día que falles...

sábado, 5 de enero de 2013

Aún hay tiempo para siempre...

La caída de las hojas, el movimiento de las nubes, las mareas, la salida del sol y de la luna, el crecimiento del pelo, el cambio de mes, y de las hojas del calendario, el paso de los días, y, con ellos, el paso de los años...

Y así, días como hoy tienen su pequeño tinte especial, dulce y a la vez amargo. No hay que mitificar las fechas, no hay que marcar días en el calendario, pero sí marcamos personas. Yo el día 5 de enero marqué a una, pero no solamente ese día, es ése y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente...

No sé cuándo, ni cómo, ni por qué, creo que dejé de expresar y demostrar las cosas, pero no por ello dejé de sentirlas. Porque me pongo esa cazadora y pienso en ti, veo esas fotos y pienso en ti, recuerdo el olivo y pienso en ti, las palomitas y los san franciscos y pienso en ti. Las charlas interminables, los abrazos, peinados y recuerdos...pienso en ti continuamente aunque no lo demuestre, aunque no te lo diga por miedo a que la distancia que entre nosotras se creó no vuelva a unirse nunca. Porque te fallé a ti y a mi misma. Porque días como hoy me recuerdan a ti y a tus palabras, porque días como hoy te recordaré lo que eres y lo que significas para mi.

Sé que la distancia es dura, que estando lejos en momentos especiales se te cae el alma a los pies, pero no, eres fuerte, vales demasiado como para permitir que eso te ocurra, tú te acuerdas de nosotros y nosotros de ti, no permitiremos que caigas. No permitiremos que no continúes el camino, si no te esfuerzas al máximo, ¿cómo sabrás dónde está tu límite?


Recuerdo hace casi cuatro años los paseos por la tarde por el borde de aquella playa, la de Brighton, cuando no sabía si entraría o no en medicina, la incertidumbre, el estar conociendo a Víctor, las primeras experiencias sola y fuera de España...ahora te veo a ti pasear por allí, siéntate frente al mar y disfruta, disfruta de tu suerte, de tus avances, de lo valiente que eres, de esta oportunidad, de que estás en el camino correcto y es entonces cuando te dejaré flaquear ligeramente, cuando mires el mar recuerda que tan solo unos kilómetros te separan de los tuyos, de tu gente...que la distancia no tiene importancia si acaba donde empiezan tus pies...


Disfruta de hoy, de tus niños y, sobre todo, disfruta de ti.



Gracias por formar parte de mi camino, de mis sueños y de mis ilusiones. Sabes que siempre estoy ahí.
Felices 22 pequeño tomatito. Te lanzo un te quiero, alcánzalo.