lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué quieres?

A veces hay que gritar, en estado puro, aunque la voz no se produzca con el movimiento del aire al pasar a través de las cuerdas vocales, aunque sea con actos, con silencios o con palabras como intento hacer yo...

Pero hay veces que todo lo que hacemos es en vano, ¿Qué quieres? dime, contéstame, actúa, cállate, ¿qué quieres? ¿Qué quieres? Me repito cuando digo que cada persona es un pequeño universo, cada uno tiene su manera de comportarse y, como no, su manera de interpretar los actos, las palabras o los silencios  ¿Qué pasa cuándo dos personas no se entienden? ¿Cuándo son tan diferentes que no pueden comprender un mismo idioma? ¿Qué pasa? ¿Qué quieres?

Esa sensación de estar luchando contra un muro inquebrantable, de estar remando contracorriente, de dar las cosas por hechas, por sabidas, por alcanzadas cuando el camino ha de ser constante, ha de ser sin pausas, debes ganártelo diariamente, debes merecerlo, ¿sabes lo que significa? La palabra merecer lleva implícita la palabra esfuerzo, la palabra lucha, el ser digno de una recompensa... y, entonces me pregunto: ¿Ya has recorrido todo tú camino? ¿Ya te has conformado? Otra vez esa estúpida palabra: conformismo. Y así estamos señores, conformándonos en TODOS los aspectos de la vida, triste pero real.

¿Qué quieres?

Defiende lo que crees, lucha por aquello que defiendes, grita por aquello que luchas. No te conformes.

¿Qué quieres?

Quién no lo sabe, nunca tendrá lo que se merece...




Aquí donde me ves, yo también me canso de los que se conforman.



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