sábado, 2 de julio de 2011

En la piel y más hondo.

Alice se quitó la camiseta de tirantes con la respiración contenida y cerrando los ojos.
Cuando los abrió y se vio reflejada en el gran espejo del lavabo se llevó una grata sorpresa. Enrolló el elástico de la braguita un par de veces, de modo que quedara sólo un poco por encima de la cicatriz y lo bastante tirante para formar un puente entre los dos huesos de la pelvis. Por el hueco así creado entre la braga y el vientre aún no pasaba en dedo índice, pero el meñique sí, lo que la alegraba horrores.


La sociedad no crea princesas.



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