jueves, 21 de abril de 2011

Días sin más.

Sucesión de palabras después de pasarme cuatro horas bibliotequeando sin centrarme más de dos de ellas. Quizás es porque es jueves y las fuerzas empiezan a flaquear, o porque cada vez veo más cercano el día 3 de mayo donde comienza la carrera de fondo propiamente dicha, o porque por unas razones u otras estos días rondan cosas por mi cabeza que no deberían estar ahí.
Todo estudiante sabe que cuando te centras en leer unos apuntes la mente te juega malas pasadas y empiezas a divagar, a imaginar, a cantar una simple canción o a pensar en el tiempo que queda para hacer el tan deseado descanso. Pero, lo que me preocupa no es que me disipe durante unos minutos, me preocupa lo que pasa por mi cabeza cuando eso ocurre.

Como todo el mundo, en época de estudios necesito ánimos, no necesariamente que estén encima de mi todo el día pero sí un: ¿Qué tal vas?, ¿Cómo lo llevas?, ¡venga va! pronto se acaba...
Yo misma soy la primera que positivamente ve que puede, que conforme avanzo voy viendo como poco a poco todo se va sabiendo, que rendirse no va a servir de nada y agobiarse de mucho menos, pero, tengo un pero, necesito también escucharlo de bocas que no son la mía, como refuerzo positivo, como estrategia, como...





Muchas veces se sentía inferior a los demás, o al alguien en particular. No lograba alcanzar aquello que otros sí, no lograba ser como otros sí lo eran, no podía sentir lo que otros sí sentían, no conseguía luchar como otros si lo hacían. Pero... lo intentaba y lo intentaba y lo intentaba. Nunca iba a rendirse mucho antes de haber empezado. Las opciones fáciles no eran afines a él. 
Era consciente de que había cosas que posiblemente no alcanzaría nunca, pero también sabía que tenía muchas otras que no conseguiría tener nadie jamás. 
Nunca fue positivo, nunca se quiso, sólo se autocriticaba y se castigaba con recuerdos del pasado, con recuerdos que ya no llevaban a nada sólo a retroceder en vez de a avanzar.  No alcanzaba a creer que valía mucho más de lo que un simple pasado se había empeñado en hacerle creer.

En ocasiones, se tiene que tener valor de empezar de cero, por muy difícil que sea. 
Las motivaciones son aquellas que tú buscas, no aquellas que te encuentran sin ningún tipo de esfuerzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario