martes, 19 de abril de 2011

El mago.

Parece mentira cómo funciona nuestra perversa mente. Tendemos a hacer una montaña de un simple grano de arena, o a ahogarnos en un pequeño vaso de agua, pero para nosotros, en un momento dado ese grano era la más grande de las rocas y el vaso el más profundo de los océanos. Muchas veces sólo vemos el "problema" desde un punto de vista, el nuestro. Únicamente tenemos en cuenta la premisa, no la conclusión, o, en este caso la solución al hipotético obstáculo.

En muchas ocasiones, debemos ver más allá, compartir sensaciones e incluso sentimientos, deshacernos poco a poco, grano a grano o sorbo a sorbo de aquello que nos impide ver la realidad de manera objetiva. Cuatro ojos ven más que dos y varios puntos de vista pueden confluir en uno claro.

Pero, confluyen en uno claro, no en EL correcto. En muchas ocasiones somos nosotros mismos los que debemos elegir el camino, podemos escuchar consejos y opiniones pero si hay ríos en el camino, tú los atraviesas, piedras, tú las saltas, sombras, tú las disfrutas. No hay camino correcto, simple y llanamente hay camino.

Sólo basta con creer en uno mismo y en que paso a paso y poco a poco, se avanza hacia delante.


"Vales muchísimo, Miguel." Palabras escritas un jueves a altas horas de la noche, los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. Poco a poco te voy conociendo y cada vez estoy más segura de que dentro de ese metro sesenta y nueve hay algo mucho más grande de lo que creemos. Igual que truco a truco dejas impresionada a la gente, mordisco a mordisco cómete el mundo.

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