domingo, 13 de marzo de 2011

I.

Bien es sabido que ningún camino es fácil. Tampoco éste. Existía un momento en la subida donde el paso transcurría entre dos altas paredes, talladas verticalmente casi a la perfección. Ese era el punto crítico, en el que, a menudo, aquellos cegados por su instinto u obsesión caían en la trampa y quedaban apresados. Por suerte ella, había aprendido a sortearlo.



Y se me desgarran muchas cosas por dentro al verte así, siento mucha, mucha, mucha impotencia. Sé que no puedo hacer nada, que eres tú la única que puede hacerte feliz.
Sólo puedo apoyarte, estar a tu lado, pero los pasos, los cambios, debes darlos tú, debes hacerlos tú. Yo como mucho puedo ser el bastón que te acompañe en el camino, pero no puedo marcarte la dirección, no puedo actuar como mapa. Eres tú la única que debe guiarse, eres tú tu propia brújula. Es un camino arduo y duro, querrás detenerte y no seguir, querrás rendirte y quizás fracasar, no lo niego y, no te dejaré. La meta está más cerca de lo que crees y es más grande de lo que esperas.




Lo sé porque hace tiempo yo era como tú.
Sólo te puedo decir lo que yo aprendí: un viaje de 10000 kilómetros comienza con un solo paso.

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