martes, 1 de febrero de 2011

Rabia.

Casualidad. Y esto me pasa por vivir en en mundo de Yupi.

Nueva asignatura. Salud y DROGAS. Creo que me va a gustar, tengo muchas cosas que debatir sobre este tema. Hace aproximadamente 50 años, las drogas como la eroina, la morfina y muchos mas derivados opiáceos y demás no tenían intrínseca la palabra ilegal. Hoy sí. Y me parece perfecto.
Drogas duras comunmente llamadas, vías de escape para aquellas personas que lo tienen todo y se quedarán sin nada, para aquellos que tienen y perderán, para aquellas personas que no tienen nada y se quedarán seguramente sin cuerpo.
Arma blanca más afilada que un cuchillo.

Me centro en el alcohol. Como droga. No como aliciente a la hora de pasárselo bien, de desahogarse, de refrescarse en el caluroso verano o templarse en el frío invierno. Como adicción.
Un trago, otro, otro, otro, otro, otro. Círculo vicioso del cual no podrá salir, no podrá salir porque no lo reconoce. Porque las 24 horas del día el etanol recorre sus venas. Porque su destrucción neuronal ha llegado hasta el punto de cegarle por completo. Porque el alcohol ahora es su amo. Él simplemente es el perro que mueve la cola. Es triste pensar lo que fue y en lo que se ha convertido, la irresponsabilidad y la inmadurez se apoderaron de él años atrás. Y ahora no sabe por dónde salir, sí a que aferrarse pero no cómo aferrarse.
Si tu no quieres, yo no puedo hacer nada.
DOS dedos de frente. Y fuerza de voluntad, pero creo que a ti te falta. Soy dura con todo lo que siento, pero más duro estás siendo él contigo mismo y tú lo ignoras y vas, y no le dices nada. Maldito iluso de la vida.





Qué tiene tu veneno, que me quita la vida sólo con un beso.

1 comentario: