lunes, 31 de enero de 2011

Hoy.


Brisa helada sobre la cara, las manos siempre las tenía congeladas, aunque llevase guantes, era algo a lo que se había acostumbrado. Claro está, prefería tener a alguien que se las cogiera y se las intentase calentar. Intentaba sonreír siempre que le era posible, llevarse malos ratos no le iba a llevar a ningún sitio así que hacía tiempo que los había dejado a un lado. Veía todo siempre de la mejor manera posible, aunque reconocía que a veces no le salía bien la jugada. Pero no le importaba, prefería verlo todo así. De colores.

Le daba exactamente igual el ayer. Si algo tenía claro es que somos humanos, y que todos erramos. Es una virtud, y un defecto. Si no caemos, no sabemos levantarnos.

-¿Me das la mano?
-Claro.
-¿Te puedo dar un beso?
-No sé si lo merezco.
-Me da igual, te lo voy a dar. Uno y los que hagan falta.

Le robará sonrisas allí donde vaya, porque eso es lo que mejor se les daba. Jugar como imbéciles en un portal, beber chupitos de Baylis, o poner caras, ya que la suya, como venía impuesta de fábrica, no les hacía gracia. Les gustaba reírse de ellos mismos, en alguna época fueron tímidos, habían aprendido a superarlo.


Alguna vez jugaron y perdieron, pero por alguna extraña razón o por una pequeña "chispa" esta vez debían de ganar, porque jugaron con fuego, y se quemaron. Y es que ya se sabe que quien no arriesga, no gana...

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