sábado, 8 de enero de 2011

Antes de salir, necesitaba gritar.


Desparrame emocional. 
La atmósfera en días como hoy cae con su considerable peso. Luchar con una causa perdida, sí, pero es lo que hay, lo que el cuerpo me pide, aquello que yo no elijo pero que se me impone, y se me impone por boba. Porque algo en mi quiere que así sea. Y lo paso mal. Y me gusta. Es algo así como un masoquismo permitido, y no voy a dejar que se vaya. No lo voy a hacer porque, porque no.
Quizás estuvo allí, bailando bajo un cubata de ron cola, bajo una minifalda de inseguridades, pero eso nunca lo sabré y, la verdad, me jode. Prefería haberlo sabido. Sí, en aquel momento, en aquel instante, aquella maldita noche. Porque no lo imaginaba y sé que tu tampoco. El tiempo ha volado.


-¿Lecciones de personalidad?
-Sí, gracias.


Hoy es uno de esos días en los que te miras al espejo y le dices: maldita cara.

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