Marionetas de madera.

"Ir a trabajar, enviar a tus hijos al colegio, seguir la moda, actuar normal, caminar por las aceras, ver la televisión, cuidar a vuestros ancianos, obedecer la ley. Repite conmigo: soy libre"

¿Libertad? marionetas sin sentido, dirigidass por aquellos seres superiores que salen en la televisión, en el periódico, que han estudiado un millón de carreras (já), en fin, que dominan el mundo, pero no MI mundo. Y lo dominan porque nos dejamos, porque alguien lo tiene que hacer, porque en resumidas cuentas somos estúpidos. Lo expresaré con una palabra: comodidad.
-Total si tengo trabajo.
-Total si tengo casa.
-Total si llego a fin de mes. (Recordaremos que hay "ciertas personas" que cobrando una pasta gansa al mes, no consiguen acabarlo, véase el apartado de Esperanza Aguirre)
-Total si a mi no me afecta.
-Total si mi vida es pura monotonía y los hilos que cuelgan de mi espalada manejados por otros.
-Total, me da igual.

¿Cuántas malditas veces habré escuchado esta frase? ¿Cuántas?
Es que el pasotismo de la sociedad me deja boquiabierta, y más en gente joven que no lucha por unos principios, por unos ideales, que se deja llevar como un barco a la deriva. Barco que tarde o temprano acabará naufragando, lo que pasa es que pensamos que lo hará cerca del Caribe. Malditos bobos.

Si algo tengo claro es que yo sola no puedo cambiar el mundo, de hecho tengo demasiado presentes mis limitaciones pero eso no me privará el hecho de intentarlo. No, no no. Y me da igual lo que los demás opinen, yo daré mi punto de vista, aceptado por unos, tachado de utopía por otros. Pero al fin y al cabo el mio.


Ridiculez elevada al máximo exponente. Dejarse llevar, no digo que yo en ocasiones no lo haga, pero lo reconozco y lucho contra ello. Lo que más rabia me da es que la gente no me acompañe.

¿Cuándo nos daremos cuenta del daño indirecto (o directo, ¡qué narices!) que nos están haciendo?
Cuando los hilos estén tan deshilachados como para romperse en un millón de pezados.


Pero aún así, se afronta con la mejor de las sonrisas como si la realidad fuese una fotografía. Eso les jode, y a mi me gusta.